Cuando Dylan encontró a los Beatles.

Cuando Dylan encontró a los Beatles... O los Beatles encontraron a Dylan.

Corría el año 1964 cuando en una habitación del hotel Delmonico de Nueva York se encontraban reunidos cuatro de los más grandes compositores que ha dado la música en el siglo XX (exceptuando al bueno de Ringo). Bob Dylan ya no era una promesa, sino una realidad, una de las figuras más importantes e influyentes de los '60 (en realidad, desde entonces hasta ahora lo ha sido), que había firmado algunas de sus mejores canciones de toda su vasta discografía. Por otro lado, John Lennon y Paul McCartney se encontraban en su punto álgido junto con George, que empezaría poco tiempo después a dar muestra de su talento como compositor, y Ringo. Los Beatles habían conquistado América, sus canciones copaban las listas de éxitos, batían records, llenaban grandes estadios....

El encuentro entre los Fab Four y Dylan tuvo lugar a través de un amigo común, Al Aronowitz. Esta cita es uno de esos momentos importantes en la Historia, no sólo por el hecho de quienes se reunían, sino por la influencia que supuso para el grupo y el solista, influencia que cambiaría la dirección de la música. En este primer encuentro entre los Beatles y Dylan, los ingleses fumaron por primera vez marihuana (se quiera o no la droga estuvo presente en la vida de los Beatles, y de practicamente cualquier músico de la época) lo cual les permitió explorar nuevas vías de composición y creatividad; por otro lado, reconocieron su fascinación por las letras tan poéticas, sinceras, arrebatadoras y magistrales de Dylan, lo que cambiaría la música de los de Liverpool. A partir de aquí comenzaría un nuevo, por qué no, período musical, donde sus canciones ya no eran amores y desamores adolescentes ('Please, please me', 'Can´t buy my love', 'Love me do'...), sino que ofrecían letras más personales, más profundas, con ritmos más flokies, más acusticos (esto se observa en discos como 'Beatles for sale' y 'Help!'). Especialmente John se sentía fascinado por la habilidad de el de Minnesota para expresarse a través de sus letras, de hacerse llegar a tanta gente, de su perfección poética. Ésto será algo que perseguirá John desde entonces.

Bob Dylan también se encontraba asombrado por la fuerza musical que poseían los Beatles, hecho que supuso que Dylan agarrara la guitarra eléctrica y comenzara su etapa más rockera. Lo que le valió abucheos e incluso que le tildaran de Judas, por parte de algunos de sus seguidores (Festival de Newport, el 25 de julio de 1965).

Por todo ello, se dice que este encuentro transformó el transcurso de la múscia que estaba por venir. Una música en la que los Beatles y Bob Dylan ocuparon un espacio inmenso, convirtiendose en influencias referenciales, y abriendo un espacio creativo que muy pocos han sabido aprovechar.